Asimismo hay al menos tres libros con el texto en la Biblioteca de la Escuela.
Conceptos previos: el grotesco como un recurso expresivo en la literatura.
Primera definición:
En una obra grotesca, se presenta un mundo distanciado, donde las cosas o eventos conocidos y familiares se revelan como extraños. La brusquedad y la sorpresa que se provoca en el receptor son partes esenciales de lo grotesco y su resultado puede ser cómico y/o terrorífico.
Segunda definición:
El teatro del grotesco exhibe el rostro obsceno de toda realidad, devela las "máscaras", evoca a la vez lo trágico y lo cómico, apela a la risa que se ahoga al nacer entre la angustia o el dolor.
El grotesco criollo marca los inicios de la gran actividad teatral en el país y remite al mundo del inmigrante, al patio del conventillo que es escenario de las peripecias de personajes de una cultura popular apresada en su "carnaval", en un habla mixturada que expresa su carácter peculiar.
Armando Discépolo, es considerado el creador del género. Escribió en las dos primeras décadas del siglo XX y sus piezas fueron representadas por compañías de éxito en teatros como el Nacional. Roberto Cossa, en cambio, es parte de la generación del 60 que vivió las luchas políticas de la Argentina, la represión de las dictaduras y las esperanzas del retorno a la democracia. Fue uno de los fundadores de Teatro Abierto, expresión estética de resistencia a la opresión.
"La Nona", de Cossa, nos enfrenta a un mismo mundo de sueños truncos y pasiones encontradas; una realidad que se desliza del humor al drama, que amplifica, como un espejo deformado, los males propios de los distintos grupos sociales.
Características del grotesco (en el teatro argentino)
Hasta luego,
Pablo Ramón
En una obra grotesca, se presenta un mundo distanciado, donde las cosas o eventos conocidos y familiares se revelan como extraños. La brusquedad y la sorpresa que se provoca en el receptor son partes esenciales de lo grotesco y su resultado puede ser cómico y/o terrorífico.
Segunda definición:
El teatro del grotesco exhibe el rostro obsceno de toda realidad, devela las "máscaras", evoca a la vez lo trágico y lo cómico, apela a la risa que se ahoga al nacer entre la angustia o el dolor.
El grotesco criollo marca los inicios de la gran actividad teatral en el país y remite al mundo del inmigrante, al patio del conventillo que es escenario de las peripecias de personajes de una cultura popular apresada en su "carnaval", en un habla mixturada que expresa su carácter peculiar.
Armando Discépolo, es considerado el creador del género. Escribió en las dos primeras décadas del siglo XX y sus piezas fueron representadas por compañías de éxito en teatros como el Nacional. Roberto Cossa, en cambio, es parte de la generación del 60 que vivió las luchas políticas de la Argentina, la represión de las dictaduras y las esperanzas del retorno a la democracia. Fue uno de los fundadores de Teatro Abierto, expresión estética de resistencia a la opresión.
"La Nona", de Cossa, nos enfrenta a un mismo mundo de sueños truncos y pasiones encontradas; una realidad que se desliza del humor al drama, que amplifica, como un espejo deformado, los males propios de los distintos grupos sociales.
Características del grotesco (en el teatro argentino)
- La búsqueda de comunicación por parte del sujeto y la contención familiar no obtenida, que lleva al protagonista a la depresión y a lo patético.
- Animalización de los personajes.
- Profundización psicológica.
- El tema básico es la ausencia de dinero y como consecuencia los fracasos, el desamor, la disolución familiar, la corrupción, la humillación.
- Los personajes son inmigrantes, en su mayoría italianos.
- El lenguaje reproduce el habla ítalo-criolla, mezclada con términos vulgares y el lunfardo. Hay grotesco cuando hay insultos o expresiones despectivas, sin que sean con acento extranjero, como recursos del relato. Un ejemplo de esto son varios monólogos cómicos, muchos de ellos interpretados por sus propios autores (Florencio Parravicini, Antonio Gasalla, Enrique Pinti, etc.)
- Las historias se ubican en las piezas de conventillo, los suburbios de Buenos Aires y en la noche.
- La escenografía es realista, denota la situación económica y las actividades de la familia. El abigarramiento (o amontonamiento) y la profusión (o exceso) de objetos que pueblan las habitaciones evidencian el agobio que padece el personaje; la oscuridad la asemeja a una cueva, correlato escenográfico de la imposibilidad de salida para el protagonista.
- La mayoría de las obras se desarrollan en uno o dos actos.
- El objetivo es la crítica a la sociedad.
Hasta luego,
Pablo Ramón